La primera mención escrita al castillo de la localidad de Tábor data de 1370.
Debido al paso del tiempo y a varios incendios, su original función defensiva se fue debilitando poco a poco, y comenzó a cobrar un mayor sentido económico, hasta que en el siglo XVII terminó convertido en una cervecera.
De su parte mejor conservada, la torre de Kotnov es la que tiene una mayor importancia, y la que ofrece las mejores panorámicas del entorno. Desde su galería se puede disfrutar a vista de pájaro de la ciudad. En la adyacente Puerta de Bechyně se creó, tras una amplia reconstrucción, una exposición que narra la historia de Tábor desde la Prehistoria hasta la Guerra de los Treinta Años.