La vía ferrata de Bechyně, un camino asegurado por las rocas, es una de las vías más difíciles de la República Checa. A la ferrata se llega desde el puente de Zářečí siguiendo una señal turística amarilla, en dirección a la acequia Židova strouha. La propia ferrata comienza atípicamente con un descenso, sigue por una travesía horizontal a poca distancia del río Lužnice en un ligero extraplomo. Continúa por un puente de cuerdas y después llega la parte más difícil del recorrido: un extraplomo que solo se puede pasar colgando el cuerpo –tu peso tiene que ser soportado únicamente por las manos– y cambiando, al mismo tiempo, los mosquetones en la cuerda de seguridad. Luego queda el camino de regreso, ya que la ferrata es transitable en un único sentido. Es una experiencia maravillosa, aunque sólo apta para personas con una buena forma física y un mínimo de técnica de escalada.