El monasterio cisterciense de Vyšší Brod es uno de los monasterios más bellos y auténticos que se han conservado en tierras checas. Fue fundado en 1259 y su construcción duró 100 años. Es el único monasterio masculino cisterciense que permanece en funcionamiento en Chequia, pero desde hace mucho tiempo ya no se destina exclusivamente a los monjes de la Orden de San Benedicto. El monasterio ofrece a los visitantes recorridos que incluyen la Iglesia del monasterio de la Asunción de la Virgen María, el coro de los monjes, el altar Mayor, la capilla de San Benedicto, la capilla de San Bernardo, la Capilla de la Virgen María, la galería de escultura, la pinacoteca y el pasillo de la biblioteca.
Los monumentos más valiosos de este cenobio son la Virgen de Vyšší Brod, la pintura sobre tabla de la patrona de la iglesia del monasterio de la Virgen María, de principios del siglo XV y de autor desconocido, y la Cruz de Záviš, uno de los objetos más valiosos de la orfebrería checa medieval. El complejo del monasterio también alberga un Museo Postal.