El nombre de la ciudad de Krumlov proviene del término alemán “krumme Aue”, que se podría traducir como “vega torcida”. Este nombre deriva de la forma del terreno donde se alza la ciudad, ya que está ubicada en unos meandros del río Moldava que forman una “S”. Desde 1992, Český Krumlov se halla inscrita en la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco.
Las primeras menciones escritas a esta ciudad se remontan a 1309, según indica un documento de Enrique I de Rožmberk. Durante el reinado de la familia Rožmberk, la ciudad y el castillo experimentaron su época de mayor esplendor. Los miembros más famosos de esta dinastía fueron los últimos señores de Rožmberk, Vilém y Petr Vok.
En el perfil de la ciudad destaca el castillo gótico, que desde 1302 perteneció a los Rožmberk (en aquella fecha desapareció la rama de Krumlov de la dinastía Vítkovec). Actualmente consta de un complejo compuesto por 40 edificios que rodean varios patios, incluido el gran terreno del castillo, que fue terminado posteriormente, y el bien cuidado jardín del castillo.
En 1955, Vilém conectó algunos distritos de la ciudad, como el barrio de Latrán y el Casco Antiguo, que hasta entonces habían sido independientes. El último miembro de la familia, Petr Vok de Rožmberk, se vio obligado en 1601 a ceder Krumlov al emperador Rodolfo II, forzado por sus deudas. Rodolfo II envió a Krumlov, durante un corto período de tiempo, a su hijo bastardo, Don Julio d’Austria. Existe una leyenda que alude a su vida desenfrenada y al cruel asesinato de su amante Markéta Pichlerová. Parece ser que Julio, que padecía esquizofrenia, enloqueció y mató a su pareja. Fue encarcelado y falleció en la prisión. Como la historia ya se ha olvidado, hoy día uno de los restaurantes situados junto al castillo lleva su nombre.
Las graves inundaciones de 2002 dañaron al estrecho casco histórico de la ciudad, afectando a parte del centro y causando daños multimillonarios. Para sorpresa de todos, el agua llegó a alcanzar más de siete metros de altura.
Personalidades célebres:
Egon Schiele (1890 -1918), el conocido artista expresionista austriaco, solía pasar bastante tiempo, con su amante Wally Neuzil, en una casa con jardín de Krumlov. En sus pinturas más afamadas inmortaliza a Wally y captura la esencia de la ciudad. Hoy día, el Egon Schiele Art Center, situado en Český Krumlov, se ha convertido en una galería de renombre internacional.
Josef Seidel (1859-1935), el fotógrafo de las montañas de Šumava, vivió casi toda su vida en Český Krumlov. En 1888 se convirtió en director de un estudio muy particular. Hoy día, el Museo Fotoateliér Seidel se ha convertido en una visita turística obligada en esta ciudad.
¿Sabías que…
entre los años 1755 y 1766, Josef Adam de Schwarzenberg hizo reconstruir el teatro del palacio (del siglo XVII) en estilo barroco, y que incluso se ha conservado el vestuario escénico hasta hoy día? Es un teatro único en el mundo, solo comparable con el Teatro Real Sueco de Drottningholm, de 1766, situado cerca de Estocolmo.
Nuestra recomendación:
En el recién inaugurado complejo del “monasterio triple”, en el meandro del río situado junto al castillo, encontrarás los monasterios de los Minoritas y de las Clarisas. Además, en el patio del monasterio se llevan a cabo interesantes talleres de artesanía y mercadillos.