TŘEBOŇ - La ciudad de las escamas y los peces

Situada en la orilla del gran lago artificial Svět, la ciudad de Třeboň estuvo al igual que otras ciudades del sur de Bohemia, bajo la influencia de importantes familias aristocráticas. El nombre de Třeboň deriva, probablemente, de la palabra “refinar” (tříbit) o “necesitar” (třebit). Una denominación relacionada con su lugar de  asentamiento, el cual hubo que refinar, es decir, deforestar.

Innumerables rutas comerciales cruzaron durante siglos el paisaje pantanoso, y repleto de vastos bosques, de la cuenca de Třeboň. La primera mención a un poblado en esta zona se remonta al siglo XII, cuando se creó en una de estas rutas un pequeño asentamiento o finca Vítkův Luh. Ésta llevaba el nombre del fundador de la dinastía, Vítek de Prčice. La actual ciudad de Třeboň se localiza en la llamada Acequia de Oro, una singular obra técnica que formaba parte de un sistema de estanques construidos en la zona por Štepánek Netolický, Jakub Krčín de Jelčany y Mikuláš Rutard de Malešov. Třeboň obtuvo en 1341 la categoría de ciudad, y entre los años 1376 y 1378 los privilegios de una ciudad real y de importar sal.

La plaza de la ciudad está rodeada de casas burguesas con frontones renacentistas y barrocos, que forman un privilegiado conjunto urbano monumental. Las viviendas más valiosas son la Casa del Caballo Blanco y la del Ayuntamiento Viejo, desde cuya torre de 31 metros de altura se obtiene una bella vista del centro histórico de la ciudad. En el Teatro de J.K.Tyl podrás admirar uno de los telones más antiguos de la República Checa. Los enamorados de la música apreciarán la celebración anual de los Festivales Nocturnos de Música de Třeboň y Okolo Třeboně.

En la recién restaurada casa de Štěpánek Netolický, que alberga una galería de arte, se puede profundizar en los sistemas de construcción de estanques y también en la propia figura del profesional encargado de esta labor.

 La plaza de Třeboň se eleva ligeramente hasta alcanzar el gran complejo del palacio, un conjunto que ocupa la cuarto posición, en cuanto a tamaño, entre los castillos y palacios de Bohemia. En la puerta renacentista, de 1607, que da entrada al palacio, se puede ver el escudo de los Rožmberk Orsini con osos, una cabeza de león y los títulos de los propietarios del palacio.

Su decoración recuerda a un importante período renacentista, cuando los hermanos Rožmberk, Vilém y Petr Vok, adaptaron la residencia a su gusto. Sólo en detalles sutiles se descubren elementos que recuerdan al castillo gótico original, tal y como lo construyeron los señores de Landštejn y Rožmberk. La fortaleza original sufrió un terrible incendio en 1562.

Antes de que Petr Vok de Rožmberk –quizás el miembro más importante y conocido de la familia– decidiera vender el castillo de Český Krumlov y mudarse a Třeboň forzado por sus deudas, trasladó a este palacio todas sus colecciones de arte, una valiosa biblioteca y el archivo familiar. Este archivo, de hecho, fue lo único que sobrevivió a los posteriores estragos de la Guerra de los Treinta Años, y se convirtió en la base de un extenso registro que se ha conservado en el interior del palacio hasta la actualidad.

Tras la muerte de Petr Vok, se deshojaron los cinco pétalos de una rosa y se colocaron sobre su ataúd en la iglesia de Třeboň. A partir de ese momento, la propiedad estuvo varios años en manos de los señores de Švamberk. Sin embargo, el palacio fue confiscado al comienzo de la Guerra de los Treinta Años debido a un acto de desobediencia de los Švamberk al emperador, y, posteriormente, muy mal administrado por la curia imperial. En 1660, el palacio y el señorío cayeron en manos de nuevos propietarios, que eran condes en aquel momento, y, más tarde, llegaron a ser príncipes, los Schwarzenberg.

Quizás porque Třeboň fue su primera propiedad permanente en Bohemia, respetaron tanto la ciudad como las zonas rurales. Mantuvieron vivo el recuerdo de la era de los Rožmberk, y nunca convirtieron el palacio en una sede representativa sino en una residencia privada, a la que acudía toda la familia regularmente desde 1895 hasta 1922 para celebrar las fiestas navideñas. La importancia de esta ciudad también la confirma el hecho de ser elegida como la morada eterna de los Schwarzenberg.

La esposa del primer Schwarzenberg checo fue enterrada en la cripta de la Iglesia Decanal de San Gil. Esta familia mandó construir una tumba neogótica monumental, con capilla y cripta, en el siglo XIX, cerca del lugar donde fue recibido por primera vez el conde Jan Adolf I antes de instalarse en la recién adquirida ciudad. Veintiséis miembros de la familia descansan ahora en paz en la tumba.

Personalidades célebres:

Jakub Krčín (1535-1604), piscicultor que además de construir estanques edificó cervecerías señoriales, corrales agrícolas y cercados para animales, molinos y factorías de vidrio. Krčín fue el regente del dominio de los señores de Rožmberk, un duro e implacable hombre de negocios. En este personaje está inspirado el nombre de la fábrica de cerveza de Třeboň, Bohemia Regent.

¿Sabías que…

el famoso viajero y escritor checo Jiří Hanzelka yace en las inmediaciones de la Tumba de los Schwarzenberg? Junto con Miroslav Zikmund formaba un famoso dúo de viajeros, que recorrieron el mundo en automóviles de la marca checa Tatra y visitaron un centenar de países.

Nuestra recomendación:

En las afueras de la ciudad se encuentra la Capilla de San Vito, de estilo barroco tardío. Cerca de este templo se halla la Pérgola de San Vito con la estatua de la virgen pecadora Pergolina. En la cercana localidad de Stará Hlína se pueden ver algunos puentes, adaptados a las crecidas de los ríos, que son conocidos principalmente por los cuentos de hadas checos.

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